Mira la siguiente imágen y comprueba por tí mismo cómo solo el alcohol que le echaríamos a un cubata de vodka es el equivalente a tomarse una hamburguesa.
Muchas veces nos ponemos a régimen o por lo menos intentamos cuidar algo más la alimentación con objeto de reducir algo de peso o por lo menos mantenernos en línea con nuestro peso actual.
Sin embargo, luego llegan los fines de semana y al salir de fiesta con los amigos la cosa se nos va de las manos y acabamos bebiendo alcohol sin ningún tipo de mesura. Pues bien, entre lo que engordan los refrescos como la coca-cola (que llevan gran cantidad de azúcar, como puedes ver en este experimento) y las calorías del alcohol, al final la operación dieta se va al traste.
¡Oh My God! Otra cosa más a repensar…. Así que parece que si quieres beber algo cuando sales, la cerveza de todas las propuestas para darse al alcohol «es la menos perjudicial» en términos calóricos, pues al fin y al cabo solo engorda como un «zumito» de naranja… :D
